MEJOR HUMANOS QUE DERECHOS
MEJOR HUMANOS QUE DERECHOS
Quisiera llenar de palabras esta pantalla en blanco; quisiera que mi mente seca produzca pensamientos útiles; necesito volver al camino de escribir, necesito volar con las palabras como alas, necesito encontrar la libertad que me da la expresión.
Sentir, pensar, hablar, escribir. Esa es la vida que elegí. Sacar a la luz aquello que se oculta entre las nebulosas de la inmunda conciencia humana; sanear mi espíritu; dignificar mi alma; reivindicar mi memoria; sofocar mis demonios; disipar mis miedos.
Si supiera que este mal mío va a terminar un día, así, de repente como empezó; si todo fuera tan fácil como tomar una pastilla que calme el dolor.
Si la lluvia fuese una sopa que cayera sobre África para saciar su hambre; y los niños, en lugar de patear piedras, encontraran zapatos para sus pies desnudos; y los abuelos dejaran de viajar en sus recuerdos para encontrar nuevos momentos que recordar.
Si los gritos de una tribuna llegaran a los oídos sordos de los que juegan a matar la ingenuidad de las selvas vírgenes con potentes sierras; y a los que nos taladran cada día con mentiras noticiosas para crear un mundo imaginario de cuentos de hadas sin alas, príncipes azules descoloridos, fantasía barata que la masa consume sin pestañear, sin masticar, ni saborear, engordando hasta nadar en esa obesidad mórbida que desfigura la realidad.
Aun los dinosaurios existimos, aun creemos en superhéroes de carne y hueso y en santos humanos que en vez de ver los toros desde la barrera, entramos al ruedo a enfrentar la vida, a vivirla con toda la intensidad, a dejar huellas en la tierra húmeda para que los que vienen atrás puedan guiarse por el sendero oscuro de su propia obscuridad; para poner en practica esas ideas locas que a veces, solo a veces, nos sacan las papas del fuego; y que llenan plazas con solo una lagrima, y que dan esperanza y calman a la muchedumbre enardecida con un simple juego de manos calmas; y que sacrifican su vida por las ideas, por la libertad, por la vida de otros, de todos (y no, no hablo de Jesús). ¡Salve, Pingüino!
Cuántos más hacen falta en la pira del sacrificio, para que entendamos la vuelta que esta dando el mundo entero hacia el lado opuesto; los del sur arriba, los del norte abajo; y no porque queramos que nuestros hermanos del norte, tan occidentales ellos, tan rubios, tan, altos, tan majos; bajen de categoría en la escala humana, y nosotros, esos, los de pelo negro del sur, indios salvajes, incultos e incivilizados; aceptemos ciegos la invitación del lado oscuro, para pisotear a los de arriba desde abajo. (Que si se descuidan los amigos del norte, volveremos a ser tan libres, autóctonos y místicos como en las mejores épocas de los Incas, los Mayas y los Aztecas; para la muestra un botón, o mejor una yerba, Evo Morales y su reivindicación de la hoja de coca como mito ancestral actual, y la vuelta a la valoración que corresponde de la Pacha Mama ).
Si no, porque seria mejor pensar en un mundo alineado, con una misma escala de valores, sin fronteras, sin razas, sin prejuicios religiosos o de género.
¿Eso es la globalización? Mejor no crear mas neologismos; no sirven de nada, como no sirven las reuniones de la ONU , la OMS , el G-7, la OIT ; y todas esas “Organizaciones”, creadas para dar soluciones a los problemas que acarrea el mundo desde que es “bipolar”; que se reúnen en los lugares mas paradisíacos del globo, para hablar sobre el hambre, la pobreza, la desigualdad, la violencia, las armas nucleares, el medio ambiente; mientras comen los mejores manjares y con la boca llena de caviar hablan de ¿cómo salvar el planeta?, o de ¿cómo salvar los recursos en beneficio solo de unos pocos, ellos?
No amigos, la vida real es otra. Para que se las voy a explicar, si es como decirle a un diabético que el azúcar lo va a matar. Ya sabemos de qué se trata. Libertad, justicia social, trabajo y pan para todos. Es mejor “humanos que derechos”
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